miércoles, 20 de agosto de 2014

¿LA #CDMX SE PONDRÁ A LA ALTURA?

México ha dado un paso de alta importancia en materia de reformas estructurales, tales como: la educativa, financiera, laboral, telecomunicaciones, de transparencia, política y recientemente la energética. Movimientos que dejan lista a la nación de cara a un mundo global para ser más competitiva y eleve la calidad de vida de los mexicanos.
Dentro de estas acciones, en reflexiones pasadas escribí sobre la reforma político–electoral en este espacio, y desde esas mismas palabras bien vale la pena preguntarnos: “¿El cambio de rumbo que requiere el sistema de administración de gobierno en la Ciudad de México, es posible?, la respuesta contundente a mi parecer es un  bajo los siguientes argumentos que vale la pena observar.
No me extenderé en detallar el vacío de moralidad en el ejercicio público de los gobernantes que han transitado desde 1997 en la ciudad capital, sellos impunes a la fecha como son segundos pisos o línea 12 desde la Jefatura de Gobierno y los acumulables que se den al cierre del 2018, sin olvidar las pésimas gestiones delegacionales cada trienio.
Hoy la clase política opositora se ha atrevido a hablarle a la sociedad, y convocar a todos los sectores que la conforman para plantear un rumbo donde cabemos todos.
He seguido por convicción el actuar y las palabras del Lic. Mauricio López Velázquez, actual presidente del comité directivo del Distrito Federal del Partido Revolucionario Institucional lo que da evidencia sobre mi aseveración.
Sin embargo, la ruta que está sobre la mesa debe de ser acompañada de la fuerza transformadora que ejerce el poder del ciudadano. Y no sólo me refiero al voto emitido el próximo mes de junio del 2015. El actuar debe ser permanente y sin descanso.
Las bases ciudadanas alejadas de la simulación tendrán cabida en los proyectos que garanticen el cambio de rumbo. La ciudad de México y sus habitantes merecen gobiernos que respondan a la realidad que vivimos, el hartazgo de experimentos ha rebasado los límites de la tolerancia en la convivencia diaria.
Ejemplos de transición democrática como los de 1997, 2000 y recientemente 2012 dejan ver que la capital de todos merece algo mejor.
La CDMX debe atreverse a ser protagónica de los movimientos transformadores que se viven a nivel nacional, dejar de ser sólo una espectadora que se encuentra atrapada en la oligarquía de la incompetencia gubernamental.
Escuchar al ciudadano, definir las propuestas reales e implantar políticas públicas para todos será la tarea de los aspirantes a representarnos. Su llegada debe ser en la unidad, las divisiones son ya esquemas probadas de fracaso continuo.
Unidad, que se construye día a día y no de facto discursivo. Sumar significará que todos tenemos algo que aportar #Unidad_Para_Ganar nos moverá al #CambioDeRumbo que tanto nos hace falta.
CANDIDATURAS CIUDADANAS O ¿PARTIDOS POLÍTICOS CIUDADANIZADOS?

Recientemente en la aprobación de la Reforma Político-Electoral se presenta ya abierta la posibilidad para cualquier ciudadano en uso de sus derechos políticos, participe en las contiendas electorales para lograr con el voto de la ciudadanía ocupar espacios políticos.
Si bien es cierto hay antecedentes, por ejemplo, el que viene a mi mente es el caso de la pretensión de una candidatura por esta vía y lograr la Presidencia de la República como fue el sonado en el 2006 bajo la propuesta del excanciller Jorge Castañeda Gutman, a la cual la autoridad judicial le negó esa posibilidad.
Muestra de estas insistencias de cambio, limitaciones en la historia de la construcción de nuestra democracia y los cuestionables avances, éstos pueden argumentarse bajo la óptica de carencia de liderazgos políticos y la falta de competitividad de propuestas traducidas en líderes con reconocimiento social.
El pluralismo electoral, no solo exige exponer la oferta de un candidato, nos llama como fue lo vivido en el 2012 las propuestas, compromisos y resultados en torno a una persona, la cual garantizaba – y garantiza – transparencia y confianza como fue el hoy Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, las percepciones ciudadanizadas realizadas en un sin número de consultas demoscópicas, dejan ver claramente el poco o nulo aprecio sobre los políticos y por ende de los partidos a los cuales pertenecen.
Cabe resaltar opiniones como las del Dr. César Camacho Quiroz en donde se destaca: “Las ideologías de partido son importantes pero no tan importantes como las que atañen a nuestro país”, expresiones tales dan clara muestra de la transformación continúa y vivencial en nuestra vida democrática para acabar con la partidocracia.
Es a través de la reflexión de postulados ideológicos como lo mencione el 8 de abril de 2014 en este espacio: “Desde hace ya más de 20 años, estadistas nacionales han venido hablando del poder que debe tener el ciudadano, otros han dejado un legado rico en contenido e ideales. Sin embargo, estas tesis se quedan en el discurso y al parecer no son una realidad en la practica de gestión gubernamental, con esto me refiero y planteo la tesis y la necesidad de que la política debe ciudadanizarse.” , aunado a la evolución y acciones de los dirigentes de partido, observo con más entusiasmo la apertura a cuadros ciudadanos.
No se trata de acotar la participación ciudadana en las candidaturas, tan es así la existencia de ejemplos claros de avances en el principio de paridad de género, observancia legal y de cumplimiento por los institutos políticos en las próximas elecciones del 2015.
Veo con mayor agrado recuperar los cuadros nacidos desde la simpatía ciudadana, ellos dan muestra de la experiencia política, administrativa, de preparación, vocación, compromiso y resultados para ser oferta política desde sus partidos.
Recordemos el 2012 en la Ciudad de México: Una candidata solo ciudadana sin experiencia de gobierno, una candidata con amplia experiencia legislativa y de gobierno lastimada por intereses que la alejaban de los electores de la capital y un candidato con experiencia de gobierno y un trabajo mediático de comunicación ciudadanizado. El resultado sorprendente lo muestra el tercero no solo arraso, sino igualmente presentó resultados nunca antes vistos. Así piensa el capitalino.
El llamado es hoy a los partidos políticos para lograr dar apertura y fuerza a las tesis ciudadanas, cada localidad es especial en su población aunque es el momento de hacerlo diferente, la pregunta obligada será: ¿Nos atrevemos?
REALMENTE, ¿SI HAY DE OTRA?

Desde finales del mes de febrero de este año el movimiento político denominado IDN (Izquierda Democrática Nacional), lanzó su campaña mediática denominada: #Síhaydeotra , la cual pretende ostentarse como una opción diferente del PRI y del PAN, utilizando banderas estériles y carentes de propuestas como lo es la “consulta de privatización de petróleo”, valdría la pena sugerirle a ésta agrupación limitada en su credibilidad examinara la propuesta de contenido en la Reforma Energética presentada por el ciudadano presidente Enrique Peña Nieto y discutida ampliamente en el Congreso de la Unión para próximamente estar lista en sus legislaciones secundarias y a la altura de lo demandado en la modernización de nuestro país.
Pero observemos quien es el “líder” de IDN y para ello basta recordar el escandaloso video donde se muestra sin razón de cuestionamientos los excesos de la corrupción. Sean las imágenes, las palabras y los subtítulos el facilitador para el lector a fin de obtener sus propias conclusiones, para ello le invito a consultar la siguiente liga en youtube http://www.youtube.com/watch?v=6x7PoPJtSYU .
Sin embargo, y a más de 10 años las formas de gobierno en la izquierda siguen perdidas en sus malos manejos denigrando aún más la vida de los capitalinos, tal es el caso de los actos de corrupción registrados en las relaciones familiares de la delegación de Coyoacán mermando la capacidad de ingreso de empleados del IEDF en un 10%, sin mencionar las propias de su titular.
Entonces, aquí es el momento para hacer el alto natural y preguntarnos: ¿Merecemos los capitalinos autoridades corruptas?, la respuesta es sencilla de quién con el mínimo de uso de conciencia rechaza estas prácticas. En la mitología griega observamos a la primera mujer hecha por Zeus para introducir los males entre la vida de los hombres así nos encontramos con Pandora, lo cual desde el mito podemos ubicar a través los ejemplos ya citados la existencia de la realidad – no en un mito – de una izquierda llena de pandoros y pandoras, como es el caso de la “nómina del amor” administrada en la delegación de Tlalpan por su titular.
Seguir ejemplificando estas formas de gobierno de la izquierda nos llevaría a obtener una enciclopedia de actores y casos, pero mejor será moverse hacía las opciones reales de gobiernos abiertos, justos, democráticos, comprometidos, de resultados y que sea desde las propuestas donde se obsequie rumbo claro hacia donde nos dirigimos.
El 30 de marzo del 2012 fue manifestado por su servidor, la ruta clara de entendimiento mínimo para los actores políticos, un señalamiento con el principio del sentir de miles de ciudadanos alzando su voz con fuerza y vigor con la cual manifestaban: “TLALPAN no es botín político de nadie”, el cual si así lo desea el lector puede ser consultado en la siguiente nota periodística, sobre la cual lamentablemente sigue vigente en su reclamo. http://www.tedf.org.mx/sala_prensa/sintesis/sfs2012/mar/120303/120303_pc_uno.pdf
Es momento de conceder observancia a nuestra responsabilidad para con nuestra ciudad, demos certeza a las generaciones presentes y futuras, estamos acercándonos el próximo año a lo denominado por éste su amigo: la “mayoría de edad política del capitalino”. Es responsabilidad no solo de los actores políticos sino también de cada uno de nosotros entender y dar vida con valor y atrevimiento para hacer realidad la frase: #si hay de otra, reconociéndonos legítimamente y con honestidad que no es del lado de la izquierda obsoleta que tanto nos ha lastimado la oferta política que nos mueva.
PESOS Y CONTRAPESOS EN LA CIUDAD DE MÉXICO:

En este diálogo abierto de opinión no solo para escribir sino para enriquecer con los comentarios del lector, imaginemos a la Ciudad de México en el inicio de la segunda década del siglo XX, donde los efectos post-revolucionarios demandaban a los actores políticos mayor imaginación para establecer no solo el orden, sino también para dar cauce a la nueva nación.
En este escenario, el Distrito Federal sede de los poderes, observamos el auge político, económico y social gestándose en esta gran ciudad. Su vida democrática nos lleva a 1997 para dar muestra de la evolución acelerada de una sociedad exigente de más y mejores resultados, situación prevaleciente el día de hoy y expectante de conclusiones positivas ofrecidas en nuevas transformaciones promovidas por la reforma política para esta nuestra ciudad.
Sin embargo, como ese freno del vehículo activado de emergencia por el conductor para no chocar con el transporte público, el cual hizo su parada sin avisar y en zona restringida para lo mismo, con esa misma intensidad me detengo el día de hoy para preguntarme: ¿Por qué no existen pesos y contrapesos en la vida política y democrática en mi ciudad?. Pareciera que los partidos de oposición dejaron de pensar, de imaginar y de ofertar soluciones atractivas para el electorado.
Y nuevamente el cuestionamiento de la mente me dice: ¿Si los resultados por parte del gobierno local son insuficientes, para que la ciudadanía les concede otra oportunidad a ese grupo de oligarquía a veces cercano a la dictadura?. Basta establecer comunicación ocasional con los grupos sociales para darse cuenta del olvido, abandono registrado y acumulado en la ciudad por casi 17 años, basta esa plática vecinal y solidaria para encontrar a flor de piel la frustración y el enojo por el atropello de la dignidad del capitalino.
Pero es importante destacar como la vida democrática del país ha cambiado,  gobiernos van y vienen, propuestas son expuestas y algunas de ellas rayan en lo irreal, tal vez esa sea una de las razones por las cuales no hayan sido beneficiadas con el voto mayoritario, aún y cuando en al menos dos ocasiones han sido presentadas para lograr el más alto cargo público de México. La presidencia de la República.
Pero no me quedaré en esa idea derrotista, hoy vivimos el resultado responsable de la transformación de un ente político aleccionado a renovarse, comprometerse y por ende a transformarse.
Y ésta nueva forma de hacer política permite colocarse a la altura de las aspiraciones legítimas de la ciudadanía para alcanzar una vida plena que avive el bienestar, se fundamenta en reconocerse como promotores de la apertura y consolidación democrática, de escuchar a la sociedad plural en la muestra de su participación constante en la vida pública. En síntesis ganar la confianza perdida.
Estas ideas son el resultado visionario del ciudadano Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, quien con su liderazgo hace realidad el compromiso acompañado de resultados concretos para lograr entre todos, unir y mover a nuestra nación. No es trabajo de un solo hombre es la suma de todos los mexicanos que amamos a ésta patria.
Un partido político comprometido con las causas y propuestas ciudadanas,  reconoce a través de su dirigente nacional el Dr. Cesar Camacho Quiroz, la necesidad de romper las ataduras inmovilizadoras de la participación más activa de diversos sectores sociales, no solo para elevar la competencia, también para ampliar las oportunidades del ciudadano en la vida democrática.
Para la Ciudad de México, los retos son claros, se trata de romper y desaparecer de inicio como fue expresado por el Maestro Aurelio Nuño Mayer las relaciones de privilegio y clientelares, agrego respetuosamente para complementar en el ánimo de enriquecer la idea reflexiva, devolverle al capitalino el orgullo de haber nacido o migrado a ésta gran ciudad.
La ruta es clara cuando las propuestas nacen de la vocación de gobernar, donde se da cuenta de la cercanía a la ciudadanía como resultado de ser uno de ellos, en el haber experimentado y vivido constantemente la capacidad del entendimiento sobre las problemáticas  y soluciones reales, en el momento de acumular la experiencia en el ejercicio ético para encontrar los equilibrios a fin de favorecer la armonía y el compromiso que solo se cumple con resultados. Simples ideas a observar para aspirantes no solo a gobernar sino también para los decididos a mover a la Ciudad de México para posicionarla como la gran capital de todos los mexicanos.
“La inclusión necesaria de candidaturas independientes o la verdadera apertura ciudadana en los partidos políticos”.
¿Qué pensará el ciudadano que vive en la ciudad de México con respecto a su representación política?. Sin duda es una pregunta donde algunos presentarán respuestas que agrupan sentimientos tales como: “Son corruptos”, “Es mi líder”, “Me prometió”, “Es de resultados”, “Me es indiferente”, “Todos son iguales”, etcétera. Y la lista podríamos enriquecerla desde la mente del lector.
Desde hace ya más de 20 años, estadistas nacionales han venido hablando del poder que debe tener el ciudadano, otros han dejado un legado rico en contenido e ideales. Sin embargo, estas tesis se quedan en el discurso y al parecer no son una realidad en la practica de gestión gubernamental, con esto me refiero y planteo la tesis y la necesidad de que la política debe ciudadanizarse.
Tenemos avances que dan los instrumentos políticos y legales para que el ciudadano participe de manera más activa. Por mencionar solo uno de ellos, observamos las candidaturas ciudadanas que tendrán vigencia y permanencia en los próximos procesos electorales a partir del 2015. Difícil es ahondar en el ¿cómo? cuando se encuentra en discusión de la Cámara Baja las leyes secundarias que atenderán este tema.
Sin embargo, es prudente resaltar que la clase política dominante en el Distrito Federal, en los últimos ya casi 18 años (entiéndase que ya llega a la mayoría de edad 1997-2015), parece que nos sitúa en el abandono e indiferencia. Imagínese de pie afuera de su hogar, volteando la mirada de izquierda a derecha y de derecha a izquierda y seguramente observara la desigualdad, el abandono, la preocupación, y en síntesis la falta de equilibrio. Inevitablemente la voz interna retumbará diciendo: ¿Qué nos paso?.
Este tipo de reflexiones deben empujar con mayor firmeza a la clase política para voltear y ver al ciudadano y sus grupos ya organizados como un activo de desarrollo, de propuestas y de buen gobierno. Significa destruir por completo y para siempre el esquema de subasta y administración electoral de las clases (o tribus) que ejercen presión al ciudadano.
Es recuperar la dignidad, es levantar la cara y vernos a los ojos haciendo el escrutinio necesario para elevar la calidad de vida, no desde la óptica de las estadísticas sino de la realidad del diario vivir, donde: el agua, la seguridad, el respeto de usos de suelo, la corrupción, vías de comunicación, etcétera sean temas cotidianos no para acusar o denostar nuestras diferencias, es para generar las propuestas que nos unan en nuestras coincidencias.
Observo la necesidad de una apertura real para que, los proyectos ciudadanos tengan una voz que haga eco en los espacios que dan rumbo y movimiento al país y nuestra ciudad, ya que la fuerza y firmeza de la misma se encuentra en su génesis  que le da legitimidad. Será entonces responsabilidad de la imaginación de los actores políticos encontrar el camino que vuelva a unir al gobernado con sus gobernantes. Es atreverse a enaltecer el uso de la política.